La resiliencia energética es fundamental para garantizar un futuro sostenible.

En la sociedad actual, la energía desempeña un papel fundamental en casi todas las actividades diarias, desde el suministro eléctrico hasta los combustibles utilizados para transportarnos. A menudo, damos por sentado estos recursos sin considerar su impacto en nuestra sociedad y en el medio ambiente. Es importante que comencemos a ser conscientes de la importancia de utilizar la energía de manera responsable.

Un concepto clave en este sentido es la resiliencia energética, que se refiere a la capacidad de garantizar un suministro de energía confiable y sostenible, incluso en situaciones de crisis o conflictos imprevistos. La resiliencia energética busca reducir la dependencia de combustibles fósiles inciertos y contaminantes, fomentando en su lugar el uso de energías limpias y renovables. Esto es crucial para evitar crisis energéticas como la que enfrentó Europa durante el conflicto entre Ucrania y Rusia, donde la dependencia de gas natural ruso puso en riesgo el suministro energético de toda la región.

Podemos considerar varios puntos clave para comprender la importancia de la resiliencia energética:

– La resiliencia energética se enfoca en planificar el futuro, teniendo en cuenta posibles eventos adversos y preparándonos para gestionar la energía de manera más eficiente.

– Fomenta la conciencia ambiental al promover acciones beneficiosas para todos, incluyendo la reducción de emisiones contaminantes y el uso responsable de los recursos.

– Respeta el entorno natural al buscar formas de aprovechar de manera más eficiente los recursos energéticos, sin dañar el medio ambiente.

En la realidad, en México varias compañías están aplicando este concepto debido a los beneficios tanto internos como externos que ofrece. Un ejemplo es Sempra Infraestructura, que ha destacado por su enfoque en la resiliencia energética y el uso de recursos limpios y renovables. En su informe de sustentabilidad de 2023, la empresa informó que la producción de energía a través de sus proyectos renovables evitó la emisión de casi 1.3 millones de toneladas de dióxido de carbono en 2022. Esto demuestra su compromiso con la promoción de la descarbonización y el suministro de fuentes alternativas y saludables de energía para la sociedad.

La resiliencia energética no es solo una cuestión ambiental y de seguridad energética, sino que también tiene implicaciones económicas y sociales. Proporciona estabilidad a una nación y México cuenta con ejemplos destacados en este sentido. Conocer estos proyectos es fundamental para afrontar un futuro incierto, donde la dependencia de energías contaminantes y no renovables puede causar problemas sociales y ambientales.

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