Son muchas las intervenciones estéticas que busca un paciente hoy en día, desde hace ya un tiempo las personas mejoran la calidad de vida y el estado de ánimo físico y mental si se sienten bien con su cuerpo y apariencia, por ello, recurren a cirujanos plásticos que ofrecen gran variedad de tratamientos, desde el popular aumento de senos, hasta el lifting Marbella, cirugía que por cierto rejuvenece el rostro y el cuello en general, combatiendo de forma superficial la vejez.
¿Qué edad es ideal para someterse al lifting Marbella?
Las condiciones del paciente deben ser muy precisas, en este tipo de solicitudes no suelen aparecer adultos jóvenes, los cuales en su mayoría conservan bastante bien la frescura y fuerza de su piel, por consiguiente, el candidato perfecto es aquel que a pesar de tener todavía una buena elasticidad en la piel, esta comienza a caerse o colgar debido a la pérdida de células regenerativas entre 40 y 60 años sería la media de edad.
Avances del tratamiento
La evolución tanto profesional como tecnológica ha permitido mejorar muchísimo los resultados finales obtenidos, ya no solo se trata de tensar la piel y dejar una superficie lisa, se trabaja con mayor delicadeza, incluso abarcando el sistema profundo del rostro para que se vea natural y sin dejar marcas o cicatrices perceptibles.
Otras alternativas
Existen otros métodos para combatir imperfecciones en la piel o eliminar algunas arrugas y marcas de expresión en el mercado, tales como el Botox o el láser, el primero a pesar de ser más económico solo se recomienda sobre la parte superior del rostro y no sirve para la flacidez, mientras que el láser es más caro y no todos pueden someterse a ese tipo de tratamiento, en general el lifting es el que consigue mejores resultados, además perduran más.
¿Cómo es el postoperatorio?
Cada paciente se maneja por separado, y debe seguir las instrucciones de su médico pero lo normal es que dure unas dos semanas de reposo, antes de poder llevar una vida activa normal, maquillarse, ir a la peluquería, pero con mucho cuidado y poco a poco, hasta que el especialista considere que ya no tiene de qué preocuparse.